Nocturna Sublimación al Desnudo

Hay algo que se interpone entre mi hoja y el lápiz:
¡Es el fauno desvelado que me grita al oído!
Aparentando ser erótico me rebana los ojos,
Su juego es explícito y su regla incógnita...
La descubro tarde, cuando la tinta me llena desde afuera,
Solo quedando en blanco como la estética morbosa de esta poesía,
Me animo a salir del fondo, porque no pienso ya nada,
Ha muerto feliz el obrero del silencio.

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